Eres mar:
acantilado y beso dulce.
¿Cuántas veces te he dicho que recorres
con tus aguas mi oceánico cariño?
Eres mar… Mi gota pura y sentimiento triste.
La copiosa naturaleza de tu rostro que en mi verso se evapora.
La cuantiosa estadía de tus labios que perduran
y que mis ojos con su llanto purifican.
Eres mar… Y brotas de mi alma como esos horizontes que te miran,
como esas turmalinas reflejadas en la hiriente lejanía.
A veces eres tú, y es todo.
A veces sólo el mar, y es todo.
Tus manos yo las siento. Tu rostro es mi reflejo.
Hay veces que es el mar y yo te siento.
Y emerges de mis ojos en lágrimas de viento.
A veces eres tú desde aquel fondo en que el azul hace recodo:
en la profundidad del pecho, en mi silente aliento.
A veces eres tú cuando en mis besos brisa llevo.
Eres mar… Y un beso escrito por el viento.
Dibujas el amor sobre la arena con aspas, delicia y sentimiento.
Absorbes las mareas si te digo voy adentro
y la regresas echas olas, cargadas de más besos.
Te escurres como el agua hasta mi pecho
y me salpicas todo entero sin saber que llevo dentro.
Me salan tus mejillas, me endulzan tus caricias,
me mojan cual estero por verte mar adentro.
Y sólo tú lo sabes, y sólo tú lo sientes:
Eres mar… A veces tú, y sólo eso.
Salvador Pliego
4 comentarios:
Un hermoso Poema, que inunda el alma de ternura infina, me encanta la poesía de Salvador Pliego.
Besos
Que suerte descubrir la poesía de Salvador Priego.
Un beso, Alicia.
Cuánta agua entre los dos...
Gracias, marinero.
No hay nada mas parecido a ti que este poema.
Eres mar… Y un beso escrito por el viento.
Dibujas el amor sobre la arena con aspas, delicia y sentimiento.
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