SÉ BIENVENIDO



Carpe Diem! Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario... No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo... Somos seres humanos, llenos de pasión.

La vida es desierto y también es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia... Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes... No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante... Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte... No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas...

Walt Whitman

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martes, 10 de febrero de 2009

El "Efecto Halo"


"No hace mucho, en estas mismas páginas, alguien, no recuerdo quién, sostenía que Franco era racista. Las pruebas, de eso estoy más seguro, eran bastante circunstanciales. Desde luego, mucho más débiles que las que permitirían calificar como racista a Jordi Pujol cuando escribía que "el otro tipo de inmigrante es, generalmente, un hombre poco hecho. Es un hombre que hace centenares de años que pasa hambre y vive en un estado de ignorancia, y de miseria cultural, mental y espiritual". Describir a los otros como la encarnación de todos los males incapacita para entender la realidad. Simplificar no es pensar claro, sino evitarse la fatiga de pensar. ¿Era Franco racista? ¿Lo era Pujol? ¿Lo seguía siendo hace un par de años cuando declaraba sentirse muy satisfecho de aquellos escritos? No, ni uno ni otro eran racistas, si acaso otra cosa, no sé si mejor. Desde luego, no eran ideólogos racistas. Nadie que profese una ideología se avergüenza de ella y estoy seguro de que se sentirían ofendidos si se los llamara racistas. Pero no me interesa ahora el racismo, sino ese afán que lleva a cargar todos los muertos al personaje odiado. (...)

Esa disposición a describir a los otros como la encarnación de todos los males incapacita para entender el mundo. Lo peor de tales obnubilaciones es que tienen consecuencias prácticas, malas, como sucede siempre que la acción se basa en una incorrecta información. (...)

Resulta inevitable hacer algún tipo de "juicio de intenciones", de juicio sobre los motivos de los otros. Allí y en cualquier relación humana, cuando nos hablan y hasta cuando nos callan, por ejemplo, cuando no nos contestan un emilio. En nuestras relaciones mutuas los humanos somos poco más que máquinas de hacer juicios de intenciones. El mecanismo de las extrapolaciones es conocido, incluso está catalogado en psicología como "efecto halo": un sesgo cognitivo que, a partir de una característica más o menos circunstancial, extrae conclusiones sobre rasgos esenciales de la personalidad que contaminarían cada uno de los actos del individuo. A veces, sin que tengan nada que ver, como sucede con la disposición a tomar una cara bonita como señal de honradez.

La vida, bien sabemos, es más compleja. Está instalada en el matiz. Como en el poema de Borges, somos un yo plural de sombra única. Conozco investigadores honestos, amantes de la verdad y entregados al estudio de nobles principios, que en su trato con los demás mienten más que hablan. Uno no se casaría con ellos, pero estaría encantado de escribir un libro a dos manos. (...)

Por supuesto, hay coherencias exigibles. Resulta difícil tomarse en serio al psicoanalista que ante el menor avatar emocional se atiborra de pastillas, al maestro zen que cierra los garitos en Las Vegas o al político nacionalista que lleva a sus hijos a la escuela alemana. Ellos son los primeros en no tomarse en serio. Pero lo que no podemos hacer es juzgar la calidad del asesor financiero por sus consejos amorosos o la integridad del político por sus gustos literarios. (...)Salvo los imbéciles irreparables y los psicópatas
no hay "personas de una sola pieza". En realidad, si encontramos alguno, hay que desconfiar. El político que sabe que su comportamiento en las distancias cortas servirá para sopesar su conducta pública acabará por fingir hasta con sus amigos. Lo primero que nos dicen quienes nos acaban engañando es que ellos no mienten nunca. Hitler no era mejor persona por sus refinados gustos estéticos y Franco no se salva porque no se comiera a los niños crudos.

Un pequeño test de autocontrol. Acaso algún lector, tras la lectura del primer párrafo, haya pensado "facha españolista". A su pesar me estará dando la razón. Gracias por colaborar en el experimento."


Fragmentos de un artículo aparecido en EL PAÍS (10.02.09)

Autor: Félix Ovejero Lucas (profesor de Ética y Economía
de la Universidad de Barcelona.)

2 comentarios:

Mermaid Lullaby dijo...

Muy interesante. Es cierto eso de que simplificar sólo sirve para evitar la fatiga de pensar. En las clases de idiomas no dejo de intentar eliminar prejuicios sobre las diferentes nacionalidades: los alemanes son disciplinados y sosos, y beben cerveza a litros. Los ingleses son raritos e inexpresivos, y no saben lo que es comer bien. Los españoles somos ruidosos, extrovertidos y vagos.... Me he encontrado con tantos alemanes, ingleses y españoles que no corresponden a esas descripciones, que no me queda otra que rechazarlas. Pero qué fácil sería si fuera cierto: directamente conoceríamos a las personas sin tener que tomarnos la "molestia" de acercarnos a ellas. (con lo que me gusta a mí acercarme a las personas)
Que no, que la vida y los seres humanos están (estamos) llenos de matices - por suerte! Somos un auténtico aro iris andante.

M.D.Meridio dijo...

Es como decir, que todos los guapos son listos y los feos tontos. En las ofertas de trabajo se suele abusar de “persona con buena presencia” , clarisimo Efecto Halo.

Al respecto de este tema es muy interesante el estudio realizado por Nisbett y Willson. Éstos investigadores llevaron a cabo el siguiente experimento: Tomaron dos grupos de sujetos -alumnos de la universidad- y a cada uno le mostraron un video de un profesor en una clase. El profesor era el mismo en los dos videos, y llevaba un fuerte acento Belga, pero en cada video se comportaba en forma diferente: en uno era amable y tranquilo al responder las preguntas de los estudiantes y en el otro era autoritario y mandón. Un grupo sólo vio al personaje “bueno”, y el otro sólo vio al personaje “malo”. Una vez que cada grupo vio el video correspondiente, se les pidió que evaluasen el atractivo físico del profesor. Por supuesto, el grupo que vio el video del “buen” profesor lo clasifico como más atractivo (incluso el acento como más encantador) que el grupo que vio el video del profesor malo. Esto confirmaba para los investigadores la presencia del efecto halo en el juicio que hacían los sujetos del profesor, pero la novedad que vino a agregar el estudio es que cuando se le sugirió a los sujetos que quizás su evaluación del atractivo físico estaba influenciada por la forma de comportarse del profesor, se rehusaron a sopesar esto y continuaron convencidos de que su juicio había sido emitido con objetividad...