Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduría…
Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas…
Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice “¡Continuad!”.
Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, ¡serás un hombre, hijo mío!
Rudyard Kipling
7 comentarios:
Máximo
que bueno que hayas traído este poema de Kipling , sin dudas de los mejores que he leído dedicado a un hijo.
Recuerdo con mucho cariño a este inmenso escritor ya que -como a muchos niños- me acompañó en gran parte de mi infancia y adolescencia.
Grxs por el recuerdo estimado amigo.
Besos desde el Sur.
Son máximas tremendamente complicadas.
Logros muy difíciles.
Me conformaría con cumplir la mitad de ellos.
Un cuarto ??
SOBERBIO POEMA.
Impecable, Gladiador.
Un gran abrazo, Manuel.
Hoy me siento como ese personaje del dibujo, empujando una piedra enorme y caminado contra la pendiente.
Sin embargo, intento escuchar esa voz interior que nos dice: "Continuad!".
Me ha reconfortado volver a leer este poema y sobre todo, me has alegrado un poco con las ilustraciones navideñas tan graciosas que incluíste al principio. Gracias.
Máximo
Me encanta la cabecera de tu blog, precioso , divertido y con muchos personajes conocidos.
Besos desde el Sur
REM
Manuel
He dejado una invitación para vos en mi blog.
Besos
REM
Hola, gracias por tu comentario, despertó mi curiosidad sobre la película a la que haces referencia, así que me la apunto para verla, gracias.
Tengo poco acceso a internet ultimamente porque mi ordenador está estropeado, pero en cuanto lo solucione, tendré más tiempo.
Maravilloso este texto de Rudyard Kipling, sería genial lograrlo todo, no es imposible, si nos lo proponemos, nada de esto lo es.
Besos.
Muy buena reflexión envuelta en poema ;)
Besitossssssss
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